Cristo

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¿QUÉ O QUIÉN ES?




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“Como toda revelación, la revelación final se produce en una correlación de éxtasis y de milagro. El acontecimiento revelador es Jesús como Cristo. Jesús es el milagro de la Revelación final”[40].

La divinidad aparece vinculada desde antiguo con el proceso de la generación entendida de un modo sagrado. La denominación de Hijo de Dios constituye  una constante en casi todos los esquemas  religiosos de oriente precristiano. Hombres y mujeres, ángeles y dioses se encuentran  incluidos en un mismo ritmo de vida universal. El mismo Dios. Dios con poder divino.
Si divina es la madre o el padre, Divino tendrá que ser el miso hijo, y será divino de un modo especial, el hecho mismo de la generación y del  nacimiento que se interpreta como despliegue de  divinidad. Entre el cielo y  la tierra no existe límite  preciso,  por eso  no es extraño que los personajes religiosamente relevantes, hombres divinos, theioiandres)  se presentan como instrumento sagrado.

El hijo de Dios, Cristo, se significa esencialmente porque se sacrifica completamente al Jesús como el Cristo. No sólo sacrifica su vida, como hicieron muchos mártires y muchos hombres corrientes, sino que sacrifica asimismo todo lo que en él podría atraer a los hombres hacia él como hacia una "personalidad irresistible", en lugar de atraerlos hacia aquello que en él es más grande que él
y que ellos. Ésta es la significación del símbolo "Hijo de Dios"




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Jesús como Cristo es más que una personalidad profética que inaugura el tiempo de la salvación. Mientras que en el judaísmo el Mesías davídico fue presentado muchas veces como “el Ungido del Señor” (SaI17, 32; 18,7) o como “el Mesías de Israel” (1 Sa 2, 20), de manera absoluta. Aunque es posible que la manera de hablar acerca del Mesías fue conocida en el pueblo judío 22, es más natural la incorporación del artículo de la fe cristiana.
Los tres hablan de Jesús en sus hechos y sus obras como un hombre, único y admirable de oración un Maestre que enseña con autoridad un siervo incasable.
Inmediatamente, enseguida, camino a seguir. Por otro lado, la confesión de Cristo hecha por Pedro se sitúa en la proximidad de la fe cristiana pascual, que se
contrapone a la interpretación de la suerte corrida por el Bautista
El mesías, el salvador que todo mundo estaba esperado, incluso los judíos, es el Cristo, el Hijo amado de Dios, sobre Él ha derramado su Espíritu Santo, quien venciendo a satanás sobre sus tentaciones, se ha manifestado a favor de la justicia



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La misma cristología asume este especial colorido ético. Aunque se recoge ampliamente toda la lista de títulos tradicionales (mesías, Hijo del hombre, Hijo de Dios...), el Jesús de Mt se presenta sobre todo como maestro, no tanto por la aparición de este nuevo título (23,8), como por la imagen en su conjunto. Pero yo os digo..."; se presenta incluso como legislador definitivo; más aún, deja que se vislumbre su identidad con el juez eterno, cuyo tono asume de forma imprevista
"Entonces yo les diré: Nunca os conocí. Apartaos de mí, agentes de injusticias")[41] Cristo es Jesús maestro, nuevo Moisés, Señor.
Los tres hablan de Jesús en sus hechos y sus obras como un hombre, único y admirable de oración un Maestre que enseña con autoridad un siervo incasable.

Cristo es el ser elegido de Dios, grandes aspectos se compenetran en una sola imagen, coherente y compacta, que en la iconografía cristiana recuerda sobre todo al Pantokráto[42] sentado en su trono de los ábsides bizantinos o de los pórticos de las catedrales románicas


Es verdad que no se trata de un maestro puramente humano; pero los rasgos majestuosos y divinos, lejos de oponerse a esta fisonomía del maestro, lo refuerzan todavía más. Se trata de un maestro superior a todos los demás maestros de Israel (7,28s); superior al mismo Moisés (cf 5,21-48: "Sabéis que se dijo a los antiguos... Jesús maestro.
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Lucas describe claramente a Cristo como un hombre en crisis, que se encuentra preocupado por lo que había de suceder, con tormento. Ya que ha venido el hijo de Dios, Cristo para actuar en la historia transformándola y dándole un nuevo sentido
Es desbordamiento. Los tres hablan de Jesús en sus hechos y sus obras como un hombre, único y admirable de oración un Maestre que enseña con autoridad un siervo incasable. [43]
Uno con el padre; Jesús vuelto permanentemente hacia el Padre amándolo, sirviendo, esperándolo, dependiendo viviendo, y palpando siendo “óptimo servidor.”[44]
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En  los  evangelios  sinópticos  la  predicación  de  Cristo  aparece  ya  estrechamente ligada  a  la  persona  de  Cristo.  Cristo  ha  dado  testimonio  de  la  verdad  de  su enseñanza  con  la  apelación  a  su  Padre  celestial,  que  le  ha  enviado  entre  los hombres,  con  los  milagros  que  ha  obrado,  y,  sobre  todo,  con  su  resurrección.[45] Todo lo que era necesario para levantar al hombre  de los males que contrae consigo el pecado, con el objetivo de salvarse, lo cual ha sido enseñado por Cristo, sellándolo con su martirio.

La  identificación  del  reino  de  Dios  con  la  vida  y  el  espíritu  de  la  comunidad  de  los
fieles,  o  sea,  con  la  Iglesia.  Según  S.  Pablo,  la  Iglesia  es  el  cuerpo  de  Cristo,  cuyos  distintos miembros son los cristianos, pero armonizados y concordes (Rom., XII, 5 y sigs.)

Al  hombre  no  le  es  dado  descubrir  sin
fatiga  el  significado  esencial  de  la  revelación  cristiana
La tarea de entender y realizar el mensaje de Cristo  continuó siendo la de la comunidad cristiana en los siglos siguientes. La vida histórica dela Iglesia es el intento continuado  de acercar  a  los  hombres  al  significado  esencial  del  mensaje  cristiano,  reuniéndolos  en  una
comunidad  universal  (catolicismo),  en  la  cual  el  valor  de  cada  hombre inserta dentro de la vida de Dios, se acentúa en la experiencia del Cristo

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Por el pecado de Adán se nos dificulta,  volver a la gracia que nos dona Dios con el sacrificio de cristo; para los padres de la Iglesia no se puede volver por las propias fuerzas a obtener a la justicia del padre, sino que antes bien debemos obtener virtuosamente por el obrar de la gracia Dios en los hombres. Ya que el pecado del primer padre no ha puesto la imposibilidad de salvarse del hombre, haciendo de tal forma inútil la obra redentora de Cristo
Los padres de este periodo enfatizan que por Adán, toda la humanidad sin excepción alguna ha pecado contra el cielo, contra Dios. Por tal hecho han sido condenados sin poder sustraerse de la misma, sino por la misericordia y la no debida gracia de Dios (De  civ.  Dei,  XIII,  14).[46]
San Agustín defensor de esta postura, no dudo en ningún momento al defenderla. Inclinándose por consiguiente, a un radical pesimismo sobre las posibilidades del hombre quien no tiene ni la menor capacidad de elevarse hacia su propia salvación.[47]
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El verbo, en la plenitud de los tiempos fue enviado al mundo por Dios Padre, bajo la acción del Espíritu Santo para encarnarse en el seno virginal de María.[48]

La divinidad y la humanidad constituyen más bien para nosotros un solo Señor y Cristo e Hijo por la concurrencia inefable y misteriosa en la unidad...

“Porque no nació primeramente un hombre vulgar, de la santa Virgen, y luego descendió sobre Él el Verbo”[49]; sino que, unido desde el seno materno, se dice que se sometió a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne

Idéntico y esencial al Padre, de la misma naturaleza, engendrado no creado, verdadera humanidad, siendo verdadero hombre, sin dejar de ser Dios, por quien fueron creadas todas las cosas; resucitó y está sentado a la derecha del padre de donde vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos.[50]

“Si alguno no confiesa que el Verbo que la esencia de Dios Padre se ha unido a la carne según Hipostasis, siendo uno con su propia carne, siendo a la vez hombre sin dejar de ser Dios, sea anatema”.[51]

Dios hecho hombre, que en ningún momento ha dejado de ser Dios; compuesto de alma y cuerpo; sino, más bien, que habiendo unido consigo el Verbo, según hipóstasis o persona, la carne animada de alma racional, se hizo hombre de modo inefable e incomprensible y fue llamado hijo del hombre, no por sola voluntad o complacencia, pero tampoco por la asunción de la persona sola, y que las naturalezas que se juntan en sí, ambas en conjunto forma lo esencial de Hijo de Dios, sin confundirse entre ellas.
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Hay un criterio según el cual se percibe el itinerario de procedencia de las creaturas de Dios y de retorno de las mismas hacia Él, retorno en profundidad de ser y de gracia, en cuyo movimiento Cristo es a la vez vía y medio.[52]
Como de Hecho, conforme al libre y absolutamente gratuito proyecto de Dios, revelándonos la historia Santa, este retorno se hizo por Cristo Hombre-Dios.[53]
Es cierto, que Santo Tomás, partiendo de la resurrección de Cristo, argumenta para probar la resurrección de la humanidad.
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Fundamentan su fe en Cristo, no tanto en la instituciones eclesiales o doctrinales que han resultad con el pasar de los tiempo. Ni mucho menos en sus líderes que enriquecen sus arcas con las conciencias débiles de sus fieles.

Para ellos solo Cristo es digno de confianza y veneración, es no ha dado la salvación, debemos tener fe en él y en su palabra, en nada mas, “Él es el consumador de nuestra fe”[54] estamos íntegros y llenos de paz. La creencia en él nos debe llevar constantemente a un estilo de vida particular y diferente a los que estamos acostumbrados, impuestos por falsos miedos y amenazas. Por tanto, debemos imitarlo es a él, alcanzado un nivel de purificación para la obtención de la salvación

Por ello, para los cristianos protestantes Cristo juega un papel importante, magnificando de tal forma a Cristo como hijo de Dios, es el centro de sus vidas, y de sus creencias, siendo el dador de nueva vida y a su vez el centro de la fe de todo hijo de Dios[55], de una u otra forma tienen como principio fundante que Cristo es la razón fundamental del ser de su creencia. A quien se deben entregar, se deben dar constantemente, ofreciéndole lo mejor de sí mismos, sin límites o escusas, pues él es el camino que conduce al Padre.



Sinceramente Cristo es el Rey de la gloria, que debemos imitar en todo sus aspectos, rendirle culto y  alabanza por todas las generaciones. Es nos da la salvación y nos conduce a el Reino de la gloria de su Padre celestial. En donde seremos llevados como los escogidos por Él, por la grandeza y virtud el Cristo, hijo Santo de Dios.

Comprendemos claramente que estos cristianos se apartan rotundamente de las enseñanzas evangélicas, ya que Cristo ha venido para acompañar a toda la humanidad, y lo ha hecho en la Iglesia católica y en sus ministros
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La justificación se da gracias a los méritos de la pasión de Jesucristo, quien nos entrega la filiación Divina, como Nuevo Adán. Cabeza de la Iglesia. Dador y fundador de los sacramentos.[56]
Notamos claramente la esencia salvífica de Cristo y su amor incondicional con el género humano, quien con su sacrificio de amor nos dona los más solemnes sacramentos de vida
La salvación verdadera. Ha dado gran complacencia a Dios padre para que nosotros fuéramos justificados ante el , por el acontecimiento redentor de la Cruz
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Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total de Dios altísimo (DV 7) Señor de los tiempos, que sabía y pacientemente prosigue su voluntad de gracia (UR 1). Imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura (LG 2). Cristo es la luz de los pueblos. Por este concilio al igual que los anteriores, redunda en manifestaciones de observar a Cristo como el enviado del Padre, quienes se encuentran en íntima relación de amor, y lo han querido compartir con el género humano. El Evangelio que es Cristo mismo, será anunciado a lo largo y ancho de todas las naciones de la tierra, implantando el reino de justicia y paz sobre todos.
Cristo consiente del acontecimiento que traía consigo el perdón de los pecados de toda la humanidad, se entregó dignamente en el árbol de la cruz y en señal de cerrar y dar fiel cumplimiento al pacto salvífico enunció la siguientes palabras “Que todos sean uno, como Tú, Padre, estas en mí y yo en ti, para que también ellos sean en nosotros, y el mundo crea que Tú me has enviado”[57].

Pero no todo terminó aquí, Cristo ha resucitado, ha subido al cielo y está sentado a la derecha del Padre, constituyéndose Señor y sacerdote Eterno.
Jesucristo quiere que su pueblo se desarrolle por medio de la fiel predicación del Evangelio, y la administración de los sacramentos, y por el gobierno en el amor (UR 2) Cristo llama a la Iglesia peregrinante hacia una perenne reforma, de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana y terrena (UR 6) Plenitud de todos los tiempos unigénito de Dios. Por ello, al relacionar todo lo que nos indica el Concilio, comprendemos que Cristo es la misma Iglesia, donde se manifiesta a diario a través de los sacramentos y la proclamación del evangelio del Padre “Cristo mismo”.
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Según los protestantes son enemigos de Dios aquellas personas que al dejar de predicar la Palabra de Dios, ha puesto sus ojos e intenciones, en intereses personales y particulares, dejando de lado la misión encomendada por cristo, cobran por la salvación, y llenan sus arcas por la indulgencias (Martín Lutero)
Hay que caracterizar que los protestantes rechazan y van en contra de toda jerarquía e institución eclesial, señalan que no son los méritos de Cristo y la de los hombres virtuosos, que deben ser bajo la intervención del papa, pues la gracia del hombre es la cruz de Cristo.
Por consiguiente denotamos como estos creyentes se alejan de la realidad del evangelio, indican que ellos por si solos y sin la ayuda de nada, únicamente con la fe en Cristo están salvos, rechazando constantemente, la organización eclesial, sus principios y sus servidores.
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Si bien lo que dice el autor jónico es técnicamente inexacto, puede que orígenes no estuviera muy lejos de la interpretación justa del verdadero propósito del autor para aplicar la sentencia no a una narración de las obras realizadas por Jesús, sino a un intento de explicar por escrito el significado de Cristo, donde se ocultan todos los tesoros de la sabiduría u la ciencia.[58]
Señala como los evangelios defienden la persona de Jesús, y en sus escritos, el mismo Cristo por más de una vez reitera su pasión y su resurrección.
Es por ello, que en Cristo se encuentran todos estos secretos, y depende de cada uno dar plena atención y compenetración con el misterio salvífico que ha realizado, en favor de toda la humanidad.

ALONSO  SHÖK
Cristo Palabra Eterna
Enviada por el Padre
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Cristo, verbo de Dios hecho carne, camino verdad y vida de los hombres y mujeres (DA 6), Él es el principio y fin; Señor de la Historia. Donde podemos destacar que en los pueblos A.L han sido incorporados y escogidos para ser partícipes del Espíritu del Resucitado, mediante la nueva Evangelización que pone a Cristo en el centro de su corazón
Cristo, activamente presente en nuestra historia, anticipa su gesto escatológico no sólo en el anhelo impaciente del hombre por su total redención, sino también en aquellas conquistas que, como signos pronosticadores, va logrando el hombre a través de una actividad realizada en el amor. (Medellín). Liberar a todos los hombres de todas las esclavitudes a que los tiene sujetos el pecado, la ignorancia, el hambre, la miseria y la opresión, en una palabra la injusticia y el odio que tienen su origen en el egoísmo humano.

Señor de la historia modelo de vida, es Cristo, él es nuestro principio dador de esperanza, nuestra guía y nuestro camino directo al Padre, es la luz de las naciones, es la palabra encarnada, venida del padre. Es el Reino de Dios aquí en la tierra que nos trae de manera sencilla pero eficaz, una trasformación de nuestras vidas y de nuestro continente; “Que ninguna otra esperanza nos sostenga, si no es aquella que, mediante su palabra, conforta nuestra debilidad.”[59]
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Nuestro salvador
Nos liberó de la Muerte
Que salvó a todo el Mundo
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Nuestro hermano y salvador
Es el Hijo de dios
Vino a liberarnos de todos los pecados
3
Predicador
Nuestro salvador en la cruz
Representante del Padre
4
Nuestro salvador
Hijo de Dios, nos ama
Pues nos perdona y nos da la vida eterna
5
Redentor
Hijo de Dios
Vino para salvarnos
6
Hombre perfecto
Santo, Justo y fiel
Salvador de mi vida
7
Hijo de dios
Entregado, sacrificado por nosotros
Murió por nosotros y por la salvación
8
Ungido del Padre
Santo Hombre Perfecto
Nos ama siempre
9
Hermano cercano
Unigénito de Dios
Nos ama y perdona
10
Dios con Nosotros
Uno con el mundo
Nos libera de los pecados.
11
Es el salvador de las almas
Dios Padre e Hijo
Lucha por su pueblo
12
El amor en la cruz
El árbol de la vida
Que nos libera
13
Santo entre los santos
El ser que nos ama
Y nos da felicidad
14
La perfección de lo Divino
El hombre dador de vida.
La humildad salvadora de los hombres
15
El que hemos crucificado con nuestro mal comportamiento.
El que ha resucitado y habrá de venir por todas las almas
Es Dios santo Jesús creador y Espíritu vivificador.


[40] Tillich, P. (1972). Teologia sistemática. Ediciones Ariel.
[41] Luz, U., & Olasagasti, M. (2005). El evangelio según san Mateo. Sígueme.
[42] http://bibliotecacatolicadigital.org/DicTB/M/mateo.htm
[43] Schneider G. (1975) Parusiegleichnisse im Lukasevangelium, Stuttgart.
[44] En Internet: http://bibliotecacatolicadigital.org/DicTB/L/lucas.htm
[45] Hurlbut, J. L. (2011). Historia de la iglesia cristiana. Zondervan.
[46] Agustín, S. (2013). La ciudad de Dios. Centaur.
[47] Baus, K. (1987). Manual de Historia de la Iglesia. Herder.
[48] Schatz, K. (1999).Concilios Ecuménicos. Trotta.  
[49] En Internet: http://bibliotecacatolicadigital.org/CONCILIOS/C_03.htm
[50] Orlandis, J. (2003). Historia de las instituciones de la Iglesia Católica: cuestiones fundamentales.Funsa.
[51] En Internet: http://bibliotecacatolicadigital.org/CONCILIOS/C_03.htm
[52] Chesterton, G. K. (1941). Santo Tomás de Aquino (Vol. 20). Espasa-Calpe.
[53] De Aquino, T., Viejo, F. B., & de Salamanca, O. (1948). Suma teológica. La Editorial Católica.
[54]CARBALLOSA, E. L.: La deidad de Cristo. Barcelona: Portavoz Evangélico, 1982.
[55] MARTÍNEZ, J. M.: Cristo el incomparable. Terrassa: CLIE, 1970
[56]El sacrosanto y ecuménico Concilio de Trento. (1787) En la Imprenta Real.
[57] Kasper, W. (1985). El Dios de Jesucristo. Sígueme.
[58] Brown. Raymond E. (1999) “El Evangelio según Juan”, Biblioteca bíblica cristiandad. Ediciones Cristiandad
[59] Documento de Sato Domingo (1992) Magisterio Episcopal Nueva Evangelización: Identidad latinoamericana. CELAM

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